Cuando en casa tenemos niños una de las preocupaciones prioritarias de sus progenitores es lograr que realicen actividades para despertar la imaginación. Cuando los más pequeños están inactivos y no pueden poner a funcionar la imaginación aparece el tedio.
En ese momento usted, como sujeto ingenioso que es, debe valerse del tedio para despertar su iniciativa y excitar su creatividad, por eso hastiarse es vital y necesario para ellos.
A continuación te sugiero varias tareas con las que es posible divertir a los más pequeños para despertar su imaginación y creatividad:
Cuando sea posible es recomendable que estén un tiempo a la intemperie, para que experimenten cosas nuevas y tengan contacto con el aire limpio. Perfectos para esto resultan los las excursiones a la playa, un ambiente muy adecuado para dejar volar su imaginación y entrar en contacto directo con ciertas cosas novedosas. Sugiereles crear algo en la arena utilizando todo lo que se vayan encontrando (caracoles, guijarros, algas,…).
Destinado a los de menor edad cualquier tipo de juego de rol, en el que necesiten representar un papel, es extremadamente efectivo. Ponerse disfraces resulta una excelente alternativa. No es preciso adquirir disfraces dispendiosos, es mejor inclusive confeccionarlos en casa con vestimenta viejo y añadirles varios artefactos adquiridos en comercios especializados como armas, un sombrero, etc. Buscar dentro de un armario con ropa vieja puede complacerlos durante mucho tiempo para luego confeccionar los disfraces por ellos mismos.
Los niños deben tener a mano en todo momento lapiceros, crayolas, o cualquier otro material para colorear y despertar su creatividad. La plastilina o el barro suelen gustarles igualmente.
Cocinar también es muy creativo para los chicos. Varios ingredientes sirven para otras cosas que para preparar platos de comida. Puedes pedirles que te ayuden en la confección de un plato o puedes ofrecerles por ejemplo, fideos otro comestible con formas sugerentes para que encuentren otro uso: hacer jollas, combinarlos con papel para crear nuevas figuras, resumiendo realizar cualquier clase de manualidad.
Los juguetes son muy útiles para el crecimiento del pequeño, pero comedidamente. Un exceso de ellos causan que se cansen pronto de los mismos y quieran uno nuevo, con el que casi jugarán y lo olvidarán tan pronto otro nuevo aparezca ante sus ojos. Elige juguetes sencillos que tengan muchas usos. Es preferible, según los entendidos, un muñeco sin que no se mueva a base de pilas; por ejemplo, con el propósito de que todos las acciones los cree el propio chico. El juego de imitación es vital en el desarrollo mental del chico y con este propósito son idelaes las cocinitas, los comercios y los garajes. Además los rompecabezas y los juegos de mesa, desarrollan la mente.
Con las consolas pasa lo mismo. Algunos están diseñados para niños pequeñitos, pero no significa que sean beneficiosos para ellos. Los videojuegos y muchas películas son un derroche de fantasía, pero son fruto de la imaginación de otros, por lo que no desarrollan la del chico. No cometas ese error y reduce el tiempo de juego con ellos.
Pero es bueno que tengas en cuenta no imponerles tus predilecciones o tu voluntad cuando juegan. Déjalos que sean capaces de expresar sus gustos.