Ahora que la decoración rural vuelve a estar en alza, decorar la casa con acabados típicos de este estilo para las paredes y cubiertas es un método muy rápido de lograr ese toque clásico para el hogar. Es fácil y rápido, basta una sola pasada y, en relación con el empapelado en relieve, no es necesario encolar, impregnar, extender y rejuntar. Asimismo, brinda otros beneficios. El acabado rústico de paredes permite ocultar irregularidades de la superficie.
Esta clase de acabado se puede aplicar en cualquier sitio, aunque por lo general un acabado con relieve no es apropiado en espacios en que se producen polvo y humo, porque la imperfección del revestimiento retendrá demasiada suciedad.
Es desaconsejable usarlo en ambientes muy húmedos, como el baño y la cocina, ya que muchas de estas pinturas se componen de sustancias sintéticas que no transpiran y, en consecuencia, se corre el riesgo de producir un exceso de condensación. Por la misma razón, no es aconsejable revestir paredes en las que se detecta humedad ascendente.
Aparte del preparado, que es fácil, se requieren pinceles, paletinas y uno o varios rodillos. Para extender el material se utilizará siempre un pincel ancho o un rodillo, el resto de los utensilios se utilizarán para generar los efectos deseados, al gusto de cada uno y de acuerdo a la aptitud que se posea, siempre considerando que los resultados serán mucho mejores de acuerdo se vaya consiguiendo experiencia.
Los acabados rústicos, en especial si se dan con rodillo, ensucian mucho. Por lo tanto, será conveniente protegerse, con una gorra y unas antiparras, por ejemplo; y el piso y las zonas que no van a pintarse también requerirán protección.